viernes, 27 de febrero de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS Título II. Cantos de dolor y aflicción Poemas 24, 25 y 26: TRES LAMENTOS DESDE MI OSCURA CELDA

TRES LAMENTOS, DESDE MI OSCURA CELDA:

24


SE HA MUERTO LA SIMIENTE

¡Cuánto dolor, cuán dolorosamente
a los días sin luz sigue la noche...!
Y en la noche, se muere la simiente.
Yo la sembré, la puse en tierra fértil.
En ella, con dolor, hendí el arado
y la regué con agua de mi frente.
Fue el sol, ayer, quien puso con sus rayos
la esperanza de ver nacer la espiga,
mas, sin el agua, el sol no es suficiente.
Agua, no soy. Soy solo la corriente
de aquella voz que clama y se acomoda
en tierra calcinada, dulcemente.


25

BUSCANDO VOY MOLINO

No soy espiga, sino grano.
Ni tampoco olivar, tan solo oliva.
Buscando voy. Busco molino.
Olivo soy, no hallo almazara.
Fuera mejor que nunca más buscara
un valle entre barrancos.
Soy olvido.
Soy la tierra sumisa, tan callada,
donde crecen naranjos con olivos,
que se cargan de frutos, junto al trigo.
Mas, ¿cuál es mi verdad, cuál es mi nombre,
mi sendero, mi Norte, mi destino?
¿Qué puerto he de tocar, cuál es mi sino
si, entre tinieblas, solo soy un hombre?


26

¿POR QUÉ?

¿Por qué, si puedo arder, no soy el fuego;
si soy la luz, no puedo ver el día?
¿Por qué la angustia, la melancolía,
sitian el alma, apagan la memoria
del dulce sueño, ayer, sin alegría?
¿Por qué de mí huyo la fortaleza?
¿Por qué he de recordar, si soy Historia;
qué Ciencia soy, si soy Naturaleza?
Testigo, sí, de llantos y de penas,
¿por qué no viene a mí la Poesía?
¿Por qué, de hierro, trenzo las cadenas
que me esclavizan, siendo soberano?
Que... Historia soy... que soy Naturaleza.
¡Que hasta soy Dios...!,
pues Dios me ha hecho su hermano.



Alphonso CARBAJAL
Madrid, Mayo de 1992