jueves, 26 de febrero de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS Título II. Cantos de dolor y aflicción. Poema 23: EN LAS HORAS MÁS DURAS Y ANGUSTIOSAS

23

EN LAS HORAS MAS DURAS Y ANGUSTIOSAS


Por ser tuyo, Señor, y porque quieres
padezca yo indecible sufrimiento
y siga tras tus huellas sin lamento,
bendito sea el dolor con que me hieres.

Gracias mil por mostrarte cual Tú eres,
al darme de tu cáliz la bebida
que es del hombre al nacer justa medida,
más que la luz, la brisa o los placeres.

Mas, ya no puedo más -mi Dios, ¿qué he hecho?-
eterno Dios, por mi crucificado,
el peso de tu cruz llevar más trecho.

Apiádate por fin de mi pecado,
que soy cobarde y débil y, a mi pecho,
no fluye ya la sangre, se me ha helado.

Alphonso CARBAJAL

León, 28 de Noviembre de 1988

2 comentarios:

Alicia Abatilli dijo...

No creo que hayas pecado, hombre.
Seguramente eres muy duro contigo.
Creo que los pecados son pagados en la Tierra.
De todas formas siempre es bueno hablarle a Dios.
Un abrazo.
Alicia

Alphonso Carbajal de La Legua dijo...

Alicia, me temo que tan sólo podría estar de acuerdo en el último inciso. En cuanto a lo demás, si bien la idea de "pecado" se me escapa, en si misma, sí creo que, a veces -demasiadas- nos separamos del verdadero y único , mandato que Dios nos dió, se pague donde e pague esta terrible deuda. Cierto, que no por eso Él nos castiga, como podría dar a entender el Soneto que comentas. Pero, en aquellos momentos, ni yo mismo sabía muy bien lo que decía. Un beso.