domingo, 15 de marzo de 2009

CIERRE TRANSITORIO DE ESTE BLOG

Este Blog, queda CERRADO TRANSITORIAMENTE, con fecha de hoy, 15 de Marzo de 2009, HASTA LA INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL de los Cuatro Libros de poemas anunciados en las entradas 2ª a 5ª, de 2 de Febrero a 3 de Marzo de 2008, más otros no anunciados.

¡NO AL PLAGIO!

sábado, 14 de marzo de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS Título II. Cantos de dolor y aflicción Poema 36: DEMASIADO FUERTE, DEMASIADO INTENSO

36

DEMASIADO FUERTE, DEMASIADO INTENSO


Entro en un Bar. “Mi” Bar.
Tomo café y oigo una música
que siempre suena allí, en un altavoz.
Oigo también voces
que atruenan, chillan, gritan. No modulan.
¡Qué horror...!
Pero, canta una voz:
“¡Es demasiado fuerte... es demasiado intenso...!”
¿Qué es demasiado fuerte, qué demasiado intenso?
¡Hay un ser que sí es fuerte
y alguno hay que es intenso!
¿Dónde estará?...
La “barra”, es de madera
de pino, barnizada,
pulida y deslizante,
pero, ¿acaso es fuerte o es intensa?
Es de madera. Solo “está ahí”.
Veo estanterías y anaqueles
cargados de botellas,
licores y brebajes
que ingieren sedientos parroquianos.
Oigo palabras sueltas,
vacías, desconchadas, mutiladas... Palabras mudas
(no son fuertes, sólo son groseras
y, a veces, blasfemas y sacrílegas),
dolorosas y tristes (son intensas
en dolor y tragedia). Es el mundo.
Voces cascadas, chirriantes,
mal timbradas. No son de plata,
ni tampoco de miel. No son garganta
profunda, en pecho alado.
No son intensas. Son gritos,
voces de ribera, de superficie lisa y plana
que salpican el agua sin torrente
y, sin torrente, dejan marchar el agua:
“Compré ayer una tarta;
yo, para eso, soy muy mío;
hazme un chocolate, que es muy rico;
eso está hecho, lo que yo le diga”...

y, sobre todo:
“Duermo tranquila, con cuatro cerraduras”...
Pero, en el aire:
“¡Es demasiado fuerte... es demasiado intenso...!”
Miro al techo, a las paredes,
a la cerveza rubia, que mana un surtidor extravagante,
con una “marca”. Es rubia la cerveza,
pero, ¿es fuerte e intensa?
Tan sólo obnubilante... Sólo es cerveza.
Hay empanada, pulpo “a feira”
y -cómo no- pimientos de Padrón.
Son muy picantes (a veces).
Nunca intensos.
Entra y sale la gente: “Buenos días”, “Hola”,
“buenas tardes”, “hasta luego”...
¡Adiós!
La puerta, en un extremo, se abre y cierra
y cada vez respira con terror.
Su aliento, sí es intenso, pero es frío
y el frío es enemigo del calor.
Voces y voces. Sin eco. Sólo gritos.
Malsonantes o torpes, otra vez.
¡Qué mal suenan los gritos, si no hay voz...!
Quizá, son fuertes... pero no son intensos.
No veo nada fuerte, con valor
y consistencia de hierro,
con talante de acero y su espesor
que, cual espada templada, rasgue el aire
y, en el aire, al cortarlo, su fulgor
de acero toledano, ponga el brillo
que la luz al acero hace brillar.
Para tomar entre espinas la rosa
que la mano no puede alcanzar. Eso... era antes.
Ahora, no se toman rosas con espada...
tan sólo una copa de coñac. Eso, sí es fuerte
-y el ron, el whisky, el aguardiente-
si está dormida la mente
o se quiere anestesiar.
No siento nada intenso, no lo toco
ni lo oigo, ni lo veo... Nada hay.
Ni el color... Ni una sonrisa, una hierba, una lágrima,
un gesto, una paloma o... una flor.
Sólo voces... Más voces y más gritos. Van y vienen.
A veces, un periódico -que se abre-
mueve labios y un dedo lentamente,
buscando la noticia en un renglón:
“¡Jo... me... puta... La...!” (apago los oídos,
los clausuro, no puedo oir
“blasfema” imprecación). El buen Dios,
hace la vista gorda... Perdona siempre
y más, en la ocasión.
Que es lenguaje ya desemantizado
y, ni hay ofensa, ni hay que pedir perdón.
Sólo es triste:
Ha empatado el Madrid en Compostela
y... ¡el mala bestia, había puesto un dos!
¿Qué hacer ya aquí?... si nada hago, ni hacen.
Y, ¿qué hacer fuera?... si no hay nada que hacer.
Se van. Vienen y vuelven. Se sientan
(si hay donde). Tosen, ríen (groseras carcajadas).
Vuelven a sentarse... se levantan...
La puerta, sigue respirando.
El frío entra. Sale el calor.
Y, sin calor -con frío y tiritando- me voy yo.
Mas, en el aire, de nuevo, aquella voz:
“¡Es demasiado fuerte... es demasiado intenso...!”
¿Qué será?... ¿será el dolor?
Alphonso CARBAJAL
Madrid, Marzo de 1996

viernes, 13 de marzo de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS. Título II. Cantos de dolor y aflicción Poema 35: DESCUBRIMIENTO EXISTENCIAL

35

DESCUBRIMIENTO EXISTENCIAL



¿Acaso no te dije en primavera
que los cipreses suben hasta el cielo?
¿No sabes que el arroyo busca el suelo
y las mieses se majan en la era?

¿No aprendiste, de niño, que la fiera
lanza su zarpa, tras el brusco vuelo,
y que la mar encuentra su consuelo
entre rocas y pinos de ribera?

¿Por qué, ahora, te muestras sorprendido,
al padecer la garra del más fuerte,
y lloras tus congojas, malherido?

¿No sabes ya que has de quedarte inerte
y, por siempre, felizmente dormido,
porque el hombre es un ser para la muerte?


Alphonso CARBAJAL
Madrid, Mayo de 1992

jueves, 12 de marzo de 2009

Libro I AMOR Y TINIEBLAS Título II. Cantos de dolor y aflicción. Poema 34:: ¡QUÉ PRONTO!



34


¡QUÉ PRONTO…!



Qué pronto las ilusiones

que ayer al cielo volaban,

cual si fueran mariposas

o palomas de alas blancas,

fatigadas en su vuelo

rozan en tierra las alas.


Qué pronto se fue el verano…

apenas sin primavera.

Cómo el viento, en la ladera,

barre las hojas del árbol.

¡Cómo el invierno ya espera,

con su hielo y con su llanto!


Volverán las primaveras,

en la sangre renovada.

Volverán las mariposas

a salpicar los rosales.

Volverán los cigarrales

a trinar en el verano...


Y volverán las canciones

a arrullar, en las ventanas

de aquella casa, las noches.

Volverán las alboradas

y la luz con la que inundan

a la tierra, tan callada.


Volverá el rayo de luna

a besar la luz dormida.

Volverá la voz del trueno,

en la tormenta de estío.

Volverá el calor y el frío.

Volverá la madrugada.


Volverá en Marzo el jilguero

a cantar junto a la fuente.

Y, a colgar en el alero

el nido, que en barro envuelven,

volverán las golondrinas.

Las ilusiones... ¡no vuelven!


Qué pronto llega la tarde,

apenas nacida el alba.

¡Qué poco dura la vida,

aunque parezca tan larga!

Qué pronto se va la suerte.

Qué pronto se apaga el fuego.


¡Qué pronto llega la muerte!




Alphonso CARBAJAL


Las Navas, Agosto de 1995






miércoles, 11 de marzo de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS. Título II. Cantos de dolor y aflicción. Poema 33: ANGUSTIA, ANTE LA VILEZA DE LA NADA

33



ANGUSTIA, ANTE LA VILEZA

DE LA NADA EMPONZOÑADA,

ASESINA DELPENSAMIENTO



Ese clamor que alerta los sentidos,

achica el ánimo y conturba el alma,

vacía el corazón de interior calma,

apaga la razón y aviva los latidos.


Ese eco inhumano, en mil ladridos,

que el viento expande y el oido ensalma,

la vista troca en lanza, sin ser palma;

y, si lanza, acrecienta los gemidos.


Ese injusto y cruel presentimiento

del rapaz revestido cual alondra,

dispuesto a asesinar el pensamiento.


Del reptil emboscado entre la sombra

-mascarada sin base ni cimiento-

a imagen del infame que le alfombra.



Alphonso CARBAJAL

martes, 10 de marzo de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS. Título II Cantos de dolor y aflición. Poema 32: NO SÉ CANTAR

32

NO SÉ CANTAR



Aquella calle, aquel sitio, aquel día...
No entiendo lo que pasa... ¡Me hacen cantar!
Siento rubor... Entre la suya, obesa.
tomó mi mano... ¿Sería un juego de azar?
No recuerdo la canción. Yo, ya no sé;
nunca la supe, ni oírla quise nunca.
Moví los labios... El alma estaba quieta,
ausente, triste. No estaba en el lugar.
¿Por qué? ¿Por qué estaba yo allí, aquel día?
¿Tan sólo por vivir, sin esperar
que a mis pies pusiese alguien camino?
Mas, ya dijo un gran poeta, en su cantar:
"Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar"



Alphonso CARBAJAL

lunes, 9 de marzo de 2009

Libro I. AMOR Y TINIEBLAS Título II. Cantos de dolor y aflicción Poema 31: ME FUI

31

ME FUI


Me fuí un día de Marzo, a media tarde,
cuando en aquel reloj eran las dos.

Tal vez, huía... ¿Acaso había razón?

¿Qué puede hacer, acaso, un alma tensa,

cohibida, triste, sin rumbo ni ilusión;

perdida en la distancia, en los afectos,

hallada entre los brillos de neón?

Casi nadie me vió. Eran las dos.

Los que latían bajo el mismo cielo,

no pudieron sentir que, con dolor,

otro cielo camabiaba mil reflejos,

grises, pardos -hostiles- y el verdor

de las dulces montañas, aún de plata,

en ocre y siena tornaba su color.

Volaba -mas sin alas- por la estepa

reseca, dura. Atrás el corazón...

No quisieron los álamos del río;

ni la torre en que estaba aquel reloj;

ni el vecino que vi por la mañana;

ni el amigo que vino a la Estación,

no lo quisieron, no, no lo quisieron...

No quisieron jamás decirme adiós.

Yo lo dije, por todos, sin decirlo

y, sin decirlo, lo supo el corazón.

Aquí estoy. Confieso que he vivido.

Si he de vivir mañana... ¡sabe Dios!

Anoto aquel latido en la memoria

que, a las venas, envía con tesón.

Mas, maldigo el minuto y el segundo

que cuenta y que controla otro reloj.
¿Y qué tengo? Sólo tengo el recuerdo,
la memoria, el dolor y una canción...
Porque el reloj del alma se detuvo
cuando, al partir, en él eran las dos



Alphonso CARBAJAL