SOLO, PERO CON EL AMOR
A nadie busco, y nadie va conmigo.
No quiero ser la sombra que porfía,
ni sauce signo de melancolía,
sino el roble robusto que persigo.
Pasan lentas las horas. No consigo
que el alma se aposente en la almadía
para cruzar al mar, por esta ría
de angosto cauce que, sin vela, sigo.
Nadie recuerda ya mi abierta mano,
la que tendí a tantos como pude,
ni los días y noches que hube en vano.
No intento conseguir que hombre no mude,
como hace el Dios que tengo por hermano.
La humana condición, lo humano elude.
Mas, solo Él, Señor y Soberano,
podrá lograr que mi dolor desnude
de inmenso gozo, en día no lejano.
A nadie busco, y nadie va conmigo.
No quiero ser la sombra que porfía,
ni sauce signo de melancolía,
sino el roble robusto que persigo.
Pasan lentas las horas. No consigo
que el alma se aposente en la almadía
para cruzar al mar, por esta ría
de angosto cauce que, sin vela, sigo.
Nadie recuerda ya mi abierta mano,
la que tendí a tantos como pude,
ni los días y noches que hube en vano.
No intento conseguir que hombre no mude,
como hace el Dios que tengo por hermano.
La humana condición, lo humano elude.
Mas, solo Él, Señor y Soberano,
podrá lograr que mi dolor desnude
de inmenso gozo, en día no lejano.
Alphonso CARBAJAL
Prisión de Las Caracolas, Noviembre de 1992
3 comentarios:
DEja las tristezas, la soledad para un día domingo a la tardecita, es una forma de postergarla.
Un abrazo.
Es muy bueno lo que encuentro en tu blog.
Alicia
Hola amigo
tus versos acarician mi alma
es un palcer para mi leerle..
un saludo
LuNa.
Me gusta este poema, sólo te voy a decir lo que siento: es invierno, no estés triste, hace mucho frío y en esta noche de sábado, aunque el viento no cesa, yo te leo y me siento bien.
Un saludo
mj
Publicar un comentario